Blogia

The boy who wanted to be a real puppet (by LuTHieR)

Cambio de dirección

Pues eso, que me mudo, concretamente a BlogSpot. Allí nos vemos :-)

El principio de las clases

Como era de esperar, el principio de las clases ha matado un poco mi inspiración (si es que he tenido de eso alguna vez), pero quería dejar constancia de que sigo vivo y de que en una o dos semanas como mucho estaré recuperado del "shock" inicial y volveré a escribir algo por aquí. De hecho ya tengo una o dos ideas para futuros posts.
Mientras tanto, gracias a todos por los comentarios (aunque están muy centralizados en un sólo artículo, pero bueno, ya escribiré más y os daré oportunidad de comentar más cosas), por el apoyo y por la visita. La próxima vez os sacaré un té y unas pastitas.
Y bueno, ya que ha quedado claro que sigo vivo, me voy a ver si sigo leyendo "Wyrd Sisters", de Terry Pratchett (sexto libro de la magnífica serie Mundodisco). Hasta más ver.

Escuchando: Master of madness (Magic Kingdom)

El examen de física (Publicado originalmente el 10/08/03)

Hace relativamente poco (realmente fue antesdeayer, pero como empiezo a escribir esto ahora y no sé cuándo lo voy a postear, lo dejaremos en "hace relativamente poco") se celebró el ya tradicional examen de Física de cada mes de Junio (también es tradicional el de Febrero, y el de Septiembre, y si te descuidas el de Diciembre, pero en este caso fue el de Junio).

Los exámenes de Física son algo realmente curioso. Uno llega al mismo como media hora antes, ya se sabe, la Física la tiene pendiente toda la Escuela Politécnica y claro, si llegas a la hora justa lo mismo no hay sitio y acabas haciendo el examen de pie. Y hacer un examen de Física ya es cruel de por sí, pero hacerlo de pie le parecería horrible incluso al propio Torquemada.

Una vez que tus colegas y tú decidís en cuál de las 23 aulas en las que está convocado el examen vais a suspender buscáis un buen sitio, al ladito de una columna, al final de la clase. Así se puede formar un cluster no muy visible en caso de necesidad, y además hay un sitio donde puedes apoyarte para llorar cuando te den el examen.

Dejas las cosas sobre la mesa (los apuntes, la calculadora, el DNI, el permiso de residencia, el pasaporte, el título de bachillerato, un diploma que ganaste una vez en un concurso de dibujo... con esta gente nunca se sabe) y entonces levantas la mirada del suelo (o de los apuntes, depende) y empiezas a echar un vistazo a la gente. En un examen de física hay todo tipo de especímenes. Desde gente que empezó la carrera contigo y a la que no habías vuelto a ver desde entonces, a señores medio calvos y con barba que ya tenían cara de llevar veinte años allí cuando tú empezaste la carrera y ahí siguen. Seguramente todos ellos tengan ya mujer e hijos y quizás otras dos carreras, pero da igual, siguen con la Física de 1º pendiente.

A estas alturas ya te estás poniendo nervioso, porque claro, llevas media hora allí, intentando acordarte de la fórmula del campo magnético producido por un generador de color verde sobre un cable infinitamente largo, de resistencia despreciable y orientado hacia la Meca por las tardes, que estás seguro de que va a entrar pero nadie recuerda haberla visto en los apuntes, y estás a punto de empezar a darte cabezazos contra la mesa.

Pero por fin parece que termina tu agonía (bueno, para ser más exactos lo que hace es empezar), llegan los catorce profesores de la asignatura (los dos de teoría, los tres de prácticas, los becarios, gente del departamento de físicas en general que simplemente viene a reírse, ...) con sendas cajas llenas de exámenes, y un sudor frío empieza a recorrer tu frente. Pero esto es un examen de Física y no podía ser todo tan sencillo como repartir los exámenes y comenzar. Dejan las cajas de exámenes sobre la mesa como pueden (ciertamente, no sé cómo una mesa de tamaño estándar puede soportar tantos kilos de papel) y deciden que no les gusta el aula en la que estás, que lo mejor va a ser dejarla libre y que la gente se reparta entre las otras como pueda.

Tú, que te lo habías currado para llegar media hora antes al examen para pillar un sitio decente, ahora te ves recogiendo todas las cosas como loco y corriendo por los pasillos intentando llegar el primero a cualquier otra clase a ver si aún queda libre algún sitio que no sea en primera fila. Pero claro, Murphy sabía que hoy tenías examen de física y tenía decidido cebarse en ti, así que acabas allí mismo, justo enfrente de la mesa del profesor, para que vea en primer plano cómo te vas acordando uno por uno de todos sus familiares mientras compruebas que una vez más, las preguntas no tienen nada que ver con lo (poco) que tú habías estudiado, y que en efecto, cae la fórmula del generador verde, y el problema vale 5 puntos.

Y claro, ante semejante panorama, sólo te queda una cosa por hacer. Te levantas, juntas toda la (escasa) dignidad que te queda, le dices al profesor aquello de "Mira detrás de ti, un mono de tres cabezas" y huyes dejando sobre la mesa un hermoso folio en blanco con tu nombre, que vea que por lo menos te has molestado en ir al examen.

Corolario final:
Se ve que Murphy se enteró de que estaba escribiendo esto y el muy cabrón (que no, que es broma, gracias Murphy :D) hizo que aprobara la física este año (yendo a reclamar el examen, claro está, no iba a ser todo tan fácil) para que este post quedara un poco "ridículo"... pero bueno, ya que lo he escrito no voy a tirarlo no? además, qué demonios, es el primero :P

La dieta y yo (Publicado originalmente el 21/08/03)

Estoy a dieta. Sí, yo, el accionista mayoritario de Burger King en España (sí, sí, reíos si queréis, pero en sus listas de beneficios anuales salgo con nombre y dos apellidos), el hombre que mantiene el récord Guiness de pipas comidas de una sentada, la persona que ha sido capaz de poner más ingredientes en una pizza sin que se hunda ni se le caigan por los lados.

Yo nunca he sido de muy buen comer, lo reconozco. Jamás le encontré la gracia a comer verduras porque sí (ni por ningún otro motivo), pudiendo evitarlo no como nada que haya salido del mar, y las frutas tienen la hermosa virtud de no quitarme el hambre ni en cantidades industriales. De hecho es que siempre he tenido tres normas para catalogar si algo me va a gustar o no. Para que algo me guste tiene que:
- Tener madre
- Vivir en tierra
- Ser capaz de andar por su propio pie, hacia delante
Lo de "hacia delante" es que alguien me sugirió una vez el cangrejo y tuve que hacer una pequeña modificación en la regla, para evitar malentendidos. Como es obvio hay unas cuantas excepciones, pero vamos, que como norma general es bastante concisa y bastante aproximada a la realidad.

Ponerse a dieta es una decisión difícil. De hecho yo he necesitado tres años de indirectas de mi madre ("alguien está engordando...", "a alguien no le vendría mal un poco de ejercicio", "quieres soltar de una vez esa bolsa de patatas?", ...) para empezar. Y aún así, sigo sin estar convencido de que esto le pueda hacer ningún bien a nadie, no creo que tanto sacrificio pueda tener un final feliz. Cuesta muchísimo acostumbrarse a que esas pizzas que te pasabas media hora haciendo (más que nada por aquello de que te vas comiendo los ingredientes mientras la haces) ahora se hayan convertido en un mísero batidito de frutas, a que esos platos de carne con patatas que casi parecían patatas con carne ahora sean dos filetes pequeñitos camuflados entre la decoración del plato.

Y si ya es un mal momento el de tomar la decisión, peor aún es cuando empiezas a darte cuenta de que no eras el único en el mundo que comía demasiado. Pones la tele y te encuentras un hermoso documental sobre todo lo que comen los osos antes de hibernar, cambias a toda velocidad de canal y te encuentras una convención de comedores de cangrejo. Que vale, a mí el cangrejo no me gusta, pero a estas alturas uno se comería incluso unas acelgas (bueno, eso no, quizás he exagerado un poco). Y te dices "bueno, pues hala, me voy a ver Eurosport, que ahí no hay peligro". Y allí está, esperándote, un campeonato de sumo. Que serán atletas profesionales, que pasarán una vida muy perra entrenando, pero seamos serios, si están como están es porque comen mucho.

Y no basta con la tele, toda tu casa está llena de tentaciones. Esos 23 paquetes de galletas de chocolate que compraste para por si una tarde tenías más hambre de lo normal al merendar. Esa bolsas de patatas abierta, que como empezaste la dieta antes de terminarlas ahí están las pobres, abandonadas a su suerte, que las ves al pasar por la cocina y se te llenan los ojos de lágrimas. Tú, que antes eras con ellas como uña y carne, y ahora cruzas la cara y pasas por el otro lado de la cocina para evitar encontrártelas.

Pero, ¿quién tiene la culpa de todo esto? No es por meterme con nadie, pero la culpa la tiene Dios. Como bien dicen en la película "Time Bandits" los Monty Python (o al menos algunos de ellos), "¿En qué estaba pensando Dios cuando creó el mundo? ¡43 especies de loros!". Pues sí, la verdad es que podría haberse entretenido menos con los loros y haber hecho más justo el reparto de las calorías. Porque no es serio en absoluto que todo lo que está bueno tenga demasiadas calorías. A ver, ¿por qué el cerdo tiene miles de calorías y el pescado no? ¿Por qué el queso sí y la leche no, si vienen a ser lo mismo? ¿Por qué los frutos secos sí y las frutas no, si apenas hay una letra de diferencia (bueno, y la parte de "secos", pero vamos, que si hay que echarle agua yo se la echo)? ¿Qué hizo el chocolate en una vida anterior para que en esta lo castiguen de esta manera?. Empiezo a pensar que lo que está bueno son las calorías en sí mismas, porque si no no me lo explico. ¿Alguien ha probado alguna vez una caloría? ¿Está buena? ¿Engorda? (a esa última no me respondáis, por favor, que bastante tengo ya con lo que tengo).

Por cierto, no sé si os lo he comentado, pero hoy es mi segundo día haciendo dieta.

Petición popular

Por petición popular (o, para ser más exactos, por petición de mi gran amigo y compañero de empresa SyNKRo, he decidido "colgar" en este weblog las dos entradas del antiguo (La Cueva), así que aquí van.

De doblajes y traducciones (II)

No he podido resistirme a hacer una segunda parte del post de doblajes y traducciones. Y para los que os lo estéis preguntando, no, este no va a ser un weblog de cine. Es sólo que este es un tema que me divierte (y me cabrea, según cómo me pille) y hoy me sentía especialmente inspirado para escribir sobre él. Así que aquí tenéis unos cuantos títulos de películas (y alguna otra curiosidad) que me han llamado la atención por lo mal traducidos que están.

"Analyze that", de Harold Ramis
Que llamen a la primera parte ("Analyze this") "Una terapia peligrosa" tiene un pase. "Analiza esto" suena un poco raro en castellano y no deja muy claro de qué va la película (aunque claro, siempre se puede dejar el título original, pero nooooo, ¿para qué?). Pongamos que vale. Haber llamado a la segunda "Otra terapia peligrosa" está incluso bien traído. También vale. Pero ponerle detrás "¡Recaída total!" simplemente clama al cielo. No sólo suena horriblemente mal, sino que además da la impresión de ser una comedia estúpida del estilo de American Pie cuando en realidad, sin ser tampoco nada del otro mundo, es una película bastante mejor y, desde luego, con unos actores mucho mejores.

"The new guy", de Ed Decter
No sé si es que los señores que tienen ese magnífico trabajo consistente en destrozar títulos de películas (a los que, por cierto, me encantaría conocer) se creen que somos tontos o si es que, simplemente, hay algo que yo no entiendo en todo esto. Debe ser que "El chico nuevo" no suena a título que vaya a atraer a muchos adolescentes a la sala de cine, así que por qué no "Los feos también mojan", que es mucho más comercial y mucho más atractivo. No tiene nada que ver, pero oye, es más comercial. Para eso que la hubieran llamado "Coca cola"...

"Dr Strangelove or How I learned to stop worrying and love the bomb", de Stanley Kubrick
Esta también es buena. La película "Doctor Strangelove, o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba" de repente se convirtió en "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú". Que sí, que a lo mejor el título quedaba un poco largo, pero seguro que se podía haber llegado a una solución mejor que no implicara cambiarlo completamente.

"Eternal sunshine of the spotless mind", de Michel Gondry
Una magnífica película (si no la has visto vete a verla ahora mismo, ya estás tardando) con, una vez más, un título absurdo en castellano. En México, mismamente, se llama "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Otra gente propone "Brillo eterno de una mente inmaculada". Pero no. Nosotros sabemos más que nadie. Nosotros sabemos que como sale Jim Carrey tiene que ser una comedia. Y como es una comedia, tiene que tener título de comedia. Así que vamos a llamarla "¡Olvídate de mí!". Mucho mejor que el original, ¿en qué estaría pensando el director cuando utilizó para el título de esta película un fragmento de un poema de Allan Poe? ¡Nuestro título es mucho mejor! ¿Quién es ese Allan Poe?

"Samy y yo", de Eduardo Milewicz
Esta es, posiblemente, la que menos sentido tiene de todas (y mira que es difícil elegir). La película es argentina y ya tenía título en castellano. Pero no, aunque el director hablara nuestro mismo idioma seguro que nosotros somos capaces de encontrar un título mejor. Y en efecto, la película en España se llama "Un tipo corriente". ¿Por qué?

"Time bandits", de Terry Gilliam
Una que es simplemente simpática. Lo que originalmente eran "Bandidos del tiempo", en España pasaron a ser "Héroes del tiempo". ¿En qué quedamos, héroes o bandidos? ¿Quién lo sabrá mejor, Terry Gilliam o los señores que destrozan títulos de películas? Que sea el lector el que responda a esta última pregunta.

"La ventana secreta", de David Koepp, y "El efecto mariposa", de Eric Bress y J. Mackye Gruber
Nada que objetar a los títulos de estas dos películas. Sí, habéis leído bien, nada que objetar a los títulos. Pero es que en estas dos (supongo que pasará en muchas más pero no he tenido ocasión de verlo) he observado algo que me parece, si cabe, más grave que el destrozo de los títulos de otras películas, y es la edición de fotogramas de las películas para que textos que estaban en inglés en pantalla aparezcan en castellano. Me explico: en "La ventana secreta", hay un momento en el que (supongo) a ambos lados de una puerta, escrito en la pared, aparece KILL HER (una palabra a cada lado, se entiende). En la versión española pone MATA LA. En "El efecto mariposa", hay un par de notas escritas a mano que, casualmente, también aparecen escritas en castellano. Esto ya me parece el colmo. ¿Qué pasó con los subtítulos? ¿Tan grave es dejar las cosas como son y poner debajo lo que significan? Se empieza por ahí, se sigue cambiándole los nombres a los personajes para que todos se llamen Mariano y Concha, que suena mucho más español, y se termina recortando cuidadosamente las cabezas de los actores y pegando encima las de actores españoles, no vaya a ser que alguien se entere de que en el extranjero se hacen películas en las que no sólo no se habla español, sino que además se utilizan actores extranjeros.

Así a ojo, estas son las "pifias" más gordas que recuerdo. Posiblemente se me olvide alguna (de hecho no me extrañaría en absoluto), pero creo que ya he dado bastante el coñazo con estas cosas por hoy. El próximo día más, pero sobre otro tema. Y anda, poned algún comentario, que me hace ilusión...

Escuchando: Manniskopesten (Finntroll)

De doblajes y traducciones (I)

Basta conocerme un poco para saber la manía que le tengo a los dobladores españoles (y no, no hablo de los robots dobladores, hablo de los señores que traducen películas/libros).
Pase que, por desgracia, en este país seamos tan vagos que nos lo tengan que dar todo traducido. Es prácticamente imposible encontrar un cine donde pongan películas en versión original salvo que vivas en una gran capital, y ver una película sin doblar en televisión es prácticamente misión imposible. Pero ya que se empeñan en traducir las cosas, podían hacerlo bien. Hay miles de ejemplos que son realmente sangrantes, pero como no quiero ponerme de mala leche sólo citaré algunos recientes que se me vienen a la mente.

"The village", película de M. Night Shyamalan
Esto es un caso claro de creerse más listos que nadie. Si el director quiso llamar a su película "El pueblo" o "La aldea" (traducciones literales de "The village"), ¿por qué traducirla como "El bosque"? ¿Porque sale un bosque? Si es por eso, ¿por qué se decidieron por "El bosque" en vez de "El árbol", "La casa" o "Joaquin Phoenix"? También salen...

"Rosemary's baby", libro de Ira Levin y película de Roman Polanski
Literalmente debería haberse llamado algo así como "El bebé de Rosemary", pero claro, quedaba mucho más comercial llamarlo "La semilla del diablo" y cargarse toda la intriga.

"Dead again", película de Kenneth Branagh
La traducción lógica vendría siendo "Muerto de nuevo", "Muerto otra vez" o algo por el estilo. Pero no, en España se llamó "Morir todavía". ¿Alguien puede decirme qué significa "Morir todavía"? En serio, le he dado muchísimas vueltas y no consigo encontrarle el sentido. Eso no es castellano.

"Futurama", serie de animación de Matt Groening y David X. Cohen
Una de las mejores (si no la mejor) series de animación de todos los tiempos, y sin duda la más pisoteada. En Estados Unidos la FOX decidió cargársela por las buenas, sólo porque Matt Groening y David X. Cohen (principales responsables de esta genialidad) no permitieron que los ejecutivos de dicha cadena toquetearan sus guiones. Y aquí, en España, sufre de uno de los doblajes más dolorosos que recuerdo.
Basta con pensar en un fragmento de un capítulo (Anthology of Interest II, por si a alguien le interesa) que se llama "Raiders of the lost arcade". El título original hace referencia a la película "Raiders of the lost ark" (En busca del arca perdida) y, como es obvio, trata sobre videojuegos (Las máquinas de videojuegos en las que muchos de nosotros pasamos parte de nuestra infancia se llaman máquinas Arcade). Pues bien, en España fue traducido como "En busca de la arcada perdida". ¿Desidia? ¿Ignorancia? ¿Estupidez? ¿Un poquito de cada cosa?.
Además de eso, no es raro encontrar capítulos en los que hay chistes que directamente se han eliminado en la traducción, o que han perdido totalmente su sentido tras pasar por las manos de alguien que decidió que sería muy gracioso meter una referencia a Tamara en una serie de ciencia-ficción para adultos (Que una serie sea de animación no quiere decir que sea para niños).
Debe haber cientos de ejemplos más como estos, pero desde que vi en qué plan se ponían con las traducciones, sólo veo los capítulos de Futurama en Versión Original. A nadie le gusta que destrocen sus series favoritas.

"Los caballeros del zodiaco (Saint Seiya)", serie de animación de Masami Kurumada
De esto el que más sabe es mi amigo THe_ByTe, pero ni siquiera hace falta saber mucho para darse cuenta de que el doblaje resulta hasta cómico. Las voces de la mayoría de los personajes cambiaban de un capítulo para otro, con el consiguiente despiste. En los resúmenes de capítulos anteriores que había al principio de cada capítulo, la traducción era completamente distinta a la traducción original. Había escenas eliminadas sin motivo aparente. Y, para colmo de comicidad, en la canción se decían lindezas como "Caballeros del Zodiaco, cuando lanzan su ataque, entonan con fuerza su canción, la canción de los errores". ¿Qué demonios quiere decir eso?. ¿Tan difícil sería tomarse las cosas en serio?

Hay muchos más ejemplos, pero lo dicho, no me apetece enfadarme, así que por ahora lo dejaremos aquí. ¿Conocéis alguno más? ¿Alguno especialmente sangrante que se me haya olvidado comentar? ¿Os gustaría ver más cine en Versión Original? Para eso están los comentarios :)

Escuchando: White pearl, black oceans (Sonata Arctica)